lunes, 28 de enero de 2008

sábado, 12 de enero de 2008

POBRE CUCO II

El instante transcurre al acercamiento inevitable.
Como creyendo que podemos vernos,
interpretar los signos.
Mi mano en tu pija, como si pudiera leerte.
Mi lengua en tu culo, como si paladease tu esencia.
Ingeniería del terreno del que tanto esperamos.
Mientras me froto con vos y voy creciendo ahí abajo (no, eso ya había empezado cuando te pensaba, viniendo a encontrarte); sonrío presumiendo nuestras narices rojas por el roce.
Tu lengua es un juguete del que no me canso, me enloquece como el cambio de tu respiración cuando nos calentamos; querría tragarte para tener ese ritmo siempre conmigo, cada vez que abro los labios.
Mi boca mirando tu nuca, aguas de mi sed.
Yo creí que eso era la felicidad.
Yo, cubriéndote, recorriendo todo el camino hacia vos.
El creyó que eso era la felicidad.
Nosotros, a kilómetros de la realidad, desviados del mundo.
Olvidados de lo habitual.