viernes, 29 de febrero de 2008

miércoles, 13 de febrero de 2008

POBRE CUCO II

Mogadiscio, 19 septiembre 1993

Perdón por no escribirte antes, sé que han pasado como diez días desde la última.
Tengo que hacer un gran esfuerzo para volver a ser Nagiya, la que conoces, la que te escribe, un esfuerzo tremendo para dejar afuera a la otra, la enfermera inútil, hundida en esto.
A veces pienso que necesitaría que tus manos me recorriesen para comprobar que soy la misma, suelo pensar que acá podría olvidarme.
Nada nos prepara para todo esta mierda.
Esta es una carta lastimosa, ya lo sé, otra vez perdona.
Algo me recorre por dentro, hay placer y saudade en eso, pensándote al abrir el sobre, en que aun a la distancia podamos las dos tocar lo mismo.
Algo sucedió hace un par de días, en el momento necesité contártelo.
Hubo un bombardeo “por error “ de las tropas yankees a un mercado al aire libre.
Cuando llegamos, mi ambulancia estacionó cerca de una anciana totalmente cubierta de negro y bastante de marrón, como si el polvo se la fuese tragando.
Estaba en tierra, meciéndose, amarrada y cubriendo a su nieto.
Cuando me acerque a ella no me respondió, estaba como en trance, con el cadáver del niño, de unos diez años, en brazos, moviéndose como si fuese un bebe y no quisiera que se despertase.
Hacia un sonido constante, un lamento gastado, que subía y bajaba de intensidad siguiendo el ritmo de su respiración, era como algo ya incorporado a ella.
Me pareció que ella no estaba herida, mansamente dejó que buscara pulso en el niño, para que yo también supiese lo que ella ya sabia, lo que la había atravesado, tirándola.
Fueron instantes, después debí seguir la búsqueda, dejando que el instinto siguiera la vista y los gritos de dolor y ayuda.
Un par de veces pase por ahí y la anciana seguía en la misma posición y movimiento.
No se cuanto tiempo había pasado cuando llego el convoy yankee, exigían que rápidamente se desalojara el predio, borrar las consecuencias del “error”.
Cuando se acercaron a la anciana con el nieto, obviamente siguieron con la lógica de ordenar, fue como si recién ahí la mujer se hubiese percado de ellos.
Mientras me acercaba para intentar mediar, veía como la mujer parecía ofrecerles el cadáver del niño, mas cerca escuche que les hablaba en swahili, los maldecía, repetía como un mantra:
- los cubrirá el matorral...los cubrirá el matorral...los cubrirá el matorral.
No entendí a que se refería.
El intérprete les traducía a los soldados.
Matorral en inglés es bush, pero Clinton era ahora el presidente y había derrotado a Bush en las últimas elecciones.
Pienso que la pobre desgraciada se equivocó de tiempo.